Inglaterra
decide que si al final tiene que luchar la batalla del Mediterráneo, más vale
que se dedique a atacar, en vez de ser atacada. Al fin y al cabo, he perdido la
iniciativa con la pérdida de Malta. Mueve la flota a la costa italiana para
atacar los convoyes, y buscar un enfrentamiento que a priori debería
beneficiarla (ya que tiene portaaviones).
Situación contraria en Singapur, donde tiene todas las que perder. Manda a la flota al Índico y deja a la infantería a resistir el ataque nipón. Singapur sólo es fortaleza contra invasión marítima, así que está en mala posición.
La
flota francesa busca a los submarinos italianos en el Mediterráneo Occidental.
Sin embargo, no se produce ningún encuentro en aguas del Mediterráneo.
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