Inglaterra
escoge impulso naval y se lanza a la pesca de alemanes (en la Bahía de Vizcaya)
e italianos (en Mediterráneo Oriental). También intenta llevar una infantería
de Egipto hacia el Oriente lejano, pero el transporte es interceptado por
Italia, y queda en el Mediterráneo, expuesto.
Los submarinos ingleses salen de Calcuta al Mar de la China Meridional, en un intento de atacar las líneas de suministro japonesas. Allí se enfrentan a la flota nipona.
Sólo la
búsqueda de Japón es exitosa. Los submarinos ingleses consiguen abortar el
crucero Myoko.
Japón
tiene mala suerte en la tirada de dados y sólo consigue dañar los submarinos
ingleses.
En la
Bahía de Vizcaya las búsquedas no tienen éxito, por lo que no habrá combate. En el
Mediterráneo Oriental, la escuadra británica encuentra a la italiana y entabla
combate.
Inglaterra fuerza combate aéreo para evitar los cañones italianos. Consigue hundir el BB Andrea Doria y abortar el crucero Zara.
Inglaterra fuerza combate aéreo para evitar los cañones italianos. Consigue hundir el BB Andrea Doria y abortar el crucero Zara.
La
marina italiana, una vez perdida la superioridad en superficie (y con
inferioridad aérea), se retira a Malta.
En la
costa italiana, submarinos franceses encuentran a los barcos italianos.
Destruyen
un convoy y dañan otro.
En una
segunda vuelta, hunden el convoy italiano restante. Acuciado por las pérdidas,
Italia decide volver a puerto, aunque pierda puntos de producción.
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